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Un fin de semana feliz se parece bastante a esto: compartir una paella frente a un mar radiante bajo el sol. Marina Restaurante, bastión gastronómico del complejo Marina Beach Club, supera este deseo con creces. Con una cocina mediterránea de toda la vida y una carta de recetas japonesas, la propuesta culinaria se complementa con una vista panorámica hacia la famosa Playa de las Arenas.
El restaurante es el mejor escaparate de la esencia valenciana, ya sea de sus paisajes, como de la arraigada cultura gastronómica que la representa. Por un lado, la terraza y el salón circular hacia el mar evidencian la belleza física de la ciudad. Por otro, los platos, basados en el producto de temporada consciente y la técnica del chef Alejandro Sosa Castellanos, reflejan la filosofía mediterránea del buen comer.
El resultado en la mesa son recetas reconocibles con un toque de vanguardismo y una presentación llamativa: ceviche de gamba y lubina, buñuelos de bacalao sobre capuchina de miel, tortilla española de patata trufada, bacalao confitado en aceite de ajos con escalivada tradicional y alioli gratinado... Pero, sin duda, el hijo pródigo de la carta es el arroz en todas sus versiones. Entre los arroces secos se incluyen la clásica paella valenciana y de verduras, que se suman al arroz negro, del 'senyoret', de pato con setas, de pollo picantón con tirabeques, de cangrejo, de lubina, de bogavante y de txuleta madurada; a esto se le suma, además, toda la variedad melosa y de fideuá.
Además, cuentan con un apartado de gastronomía japonesa, en el que disponen de gyozas, tartar, baos y una amplia variedad de nigiris.
Respecto a la propuesta líquida, Marina Restaurante cuenta con una bodega con más de 165 referencias nacionales e internacionales, destacando los vinos de las distintas denominaciones de origen de la Comunidad Valenciana.
La experiencia se completa con una oferta magnífica de ocio: terraza, zona de hamacas y un club con espectáculos musicales. Es el espíritu valenciano: lo que empieza como un día relajado frente al mar y un arroz sobre el plato termina de madrugada frente al DJ copa en mano.
