Padecer una intolerancia alimentaria puede ser un inconveniente realmente fastidioso, pero tranquilo; se puede viajar con ello. Según Skyscanner, una intolerancia alimentaria es la reacción desfavorable que la ingestión de ciertos alimentos causa en el organismo de algunas personas. Esta reacción se debe a una digestión, metabolización o asimilación deficiente de los alimentos, ocasionando efectos adversos en el cuerpo. No hay que confundirla con una alergia, que se define como una reacción anormal del sistema inmunitario al entrar en contacto con una sustancia determinada y que, por lo tanto, es más peligrosa.

Las intolerancias más comunes son la de la lactosa, por la incapacidad del sistema digestivo para digerir la lactosa, que es el azúcar presente en la leche; la celiaquía o intolerancia al gluten (el intestino delgado no puede digerir esta glucoproteína, presente en alimentos que contienen trigo, avena o cebada, entre otros, y se produce una inflamación intestinal); la de la sacarosa, en la que se es intolerante al azúcar común, debido a la falta de la enzima llamada sacarasa, cuya función es metabolizar la sacarosa y la de la fructosa, el azúcar presente en frutas, ciertas verduras y la miel, cuando el intestino no puede digerirla.

Medidas básicas

•No te olvides de llevar los medicamentos que necesites en caso de tener una crisis por haber ingerido alimentos que no puedes tomar.

•Si viajas con una agencia de viajes, indícales muy claramente cuál es tu intolerancia alimentaria y qué alimentos no puedes comer. La agencia hará lo posible para que lo tengan en cuenta en las comidas del avión, alojamientos y tours. Haz lo mismo si viajas con un crucero, para que seleccionen menús sin gluten y verificados por nutricionistas.

•Si viajas por libre, contacta a aerolíneas y hoteles para explicarle tu intolerancia. Además, en los hoteles, muy probablemente, podrán aconsejarte restaurantes cercanos en los que puedas comer sin problemas.

•Si viajas por libre a un país en el que no se habla español, intenta explicar en inglés cómo se dice tu intolerancia. Te ayudará saber términos como food intolerance (intolerancia alimenticia), celiac disease (enfermedad celiaca), lactose intolerant (intolerante a la lactosa), fructose intolerant (intolerante a la fructosa), sacarose intolerant (intolerante a la sacarosa), vegan food (comida vegana), I need to see a doctor (necesito un médico), gluten free meal(comida sin gluten). Es buena idea acudir a tu médico para que te ayude con esta tarea.

• Si puedes, cocina tu propia comida. Aunque es muy tentador probar los platos locales cuando viajas a otro país, será muy complicado que sepas con total seguridad que esas exquisiteces no contienen ningún ingrediente que no puedas consumir. Por ello, lo mejor es que vayas a un supermercado y te tomes tu tiempo.

•Investiga, de antemano, sobre la cocina del país que vas a visitar. Por ejemplo, en África y Asia las dietas no giran en torno al trigo tanto como en Europa, lo cual beneficia a las personas celíacas. En los países mediterráneos se cocina mucho con aceite de oliva y se consumen muchas frutas y verduras. Sano, pero peor para intolerantes a la fructosa.

•Si tienes dudas, no tomes un plato. No vale la pena correr un riesgo innecesario.

•Investiga en la red qué restaurantes, en tu destino, tienen menús que puedas tomar. En caso de duda, siempre puedes llamar al restaurante en cuestión y preguntar.

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D.R.

Dónde viajar si tienes intolerancia al gluten: Tailandia

Si eres intolerante al gluten, te alegrará saber que este compuesto de proteínas apenas se encuentra en la base natural de la cocina tailandesa tradicional. Sin embargo, ten cuidado con la salsa de soja y otras que pueden contener gluten, siendo mejor que elijas platos acompañados, por ejemplo, de curri verde y curri massaman.

El arroz blanco, los noodles de arroz, las verduras al vapor y los pinchos satay son otras comidas seguras. En los puestos de la calle – todo un mundo gastronómico en Tailandia - también encontrarás buenas opciones, como la ensalada de papaya con tomate, cacahuetes, gambas y judías verdes, y los panqueques tailandeses hechos con harina de arroz.

En Bangkok se encuentra el restaurante Gaggan entre los mejores para los intolerantes al gluten (y un habitual en la lista de los 50 mejores restaurantes de Asia), pero todo el país está lleno de ellos, así como de coloridos mercados repletos de sabrosa y fresca comida sin gluten.

Dónde viajar si tienes intolerancia a la lactosa: Bolivia

En realidad, son muchos los países que los intolerantes a la lactosa pueden visitar sin problemas. Según la FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación), también la mayor parte de África Central y el este y sudeste asiático se encuentran entre los países con un consumo más bajo por habitante de productos lácteos y sus derivados.

Bolivia es uno de los destinos sudamericanos que va 'de tapado'. Mientras casi todo el mundo conoce Perú, Argentina o Brasil, Bolivia guarda con celo secretos como el gran salar de Uyuni, el sagrado lago Titicaca, la vibrante ciudad de La Paz y tesoros coloniales como Sucre y Santa Cruz. Si buscas liberar adrenalina, puedes descender en bicicleta por la llamada “Carretera de la Muerte”. Algo no apto para cardíacos.

Dónde viajar si tienes intolerancia a la fructosa y sacarosa: Canadá

Es el destino perfecto para los intolerantes a la fructosa. Según Statista, en Canadá se consume 55 veces menos este compuesto que en Estados Unidos y 6 veces menos que en Europa.

Canadá es un país vasto y precioso, donde la naturaleza ha ganado la partida al hombre y hay grandes territorios escasamente poblados. Por eso, los mejores lugares que visitar en Canadá son parques nacionales, como los de Jasper, Banff y Stanley. Entre sus ciudades destacan Vancouver y Toronto.