¡Que te den calabazas!
Originales centros de mesa, simpáticos portavelas o un atractivo atrezzo para el jardín. ¿Sabías que todo eso (y mucho más) puedes hacerlo con calabazas? Descubre nuestras 15 propuestas para dar un toque diferente a tu casa en la fiesta de Halloween.
Crea un bucólico jardín
Coloca junto a un árbol varios cestos con flores, coles y pequeñas calabazas blancas. Sobre el suelo puedes colocar algunas de mayor tamaño, con la cara de Jack esculpida. Para iluminar, pon velas y faroles colgados. ¡Qué romántico!
Una entrada de miedo
Pon a ambos lados de la puerta varias calabazas con diferentes formas y ramas secas. Sobre éstas, unos murciélagos de cartulina negra te ayudarán a dar el toque tenebroso.
Luz en la mesa
Para hacer este portavelas tan elegante, vacía una calabaza blanca, haz varios orificios en los laterales, pon la vela ¡y a brillar!
Calabazas que ni pintadas
Píntalas de blanco y mantén su color original para destacar la zona de los ojos y la boca. Otra opción es que las decores con rayas o topos negros. ¡Tú decides!
Sabor de otoño
Un bonito homenaje a esta estación (y a la fiesta de Halloween): agrupa varias cajas de madera y sitúa sobre ellas varias calabazas grandes, combinadas con bayas silvestres.
En el plato
Puedes decorar la mesa con este detalle: una calabaza blanca con una hoja de roble seca y dos semillas prendidas con un alfiler dorado. ¡Así de sencillo!
Candelabros muy naturales
Los tendrás si vacías varias calabazas pequeñas. Después, combina velas de diferente longitud y crearás un rincón mágico.
Un toque infantil
También en la mesa de los niños las calabazas pueden resultar muy útiles, además de decorativas. Puedes utilizarlas para poner los regalices (si vacías su contenido); para sujetar las servilletas o para hacer un guiño divertido, si colocas a una de ellas un antifaz. A los peques les encantará.
Como centro de mesa
Atenta a esta maravillosa mezcla para sorprender a tus comensales: hojas secas, flores frescas y varias calabacitas blancas abiertas.
Farolillos nocturnos
Con estrellas o una luna esculpidas, son una curiosa reinterpretación de los clásicos lanterns. Para hacerlos, necesitarás un cuchillo pequeño de punta fina.
¡Menuda planta!
¿Alguna vez pensaste que las calabazas podían transformarse en floreros? Aquí, tras vaciar el interior, se han decorado con cuentas blancas y con cintas que hacen una forma romboidal.
¡A toda vela!
Basta con que quites el rabo a la calabaza y pongas un quinqué sobre ella para tener como resultado estos originales portavelas.
¡Están colgadas!
¿Te gusta este adorno para la puerta de casa? Haz un cucurucho con una malla metálica y rellénalo con calabazas pequeñas de distintos colores y bayas.
Una divertida casita
Esculpe puertas y ventanas ayudándote de un cuchillo y un cúter y... voilà! Tendrás una casa de cuento de lo más decorativa.
¡Busco a Jack!
Hablamos de Jack-o-lantern, el archiconocido rostro de las calabazas de Halloween. Ésta es la versión más clásica de los farolillos, pero no por ello menos bonita. ¿Te animas a hacerla?
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