Una casa con espíritu ibicenco
La decoradora Roberta Jurado y el arquitecto Jaime Romano muestran su espíritu 'globetrotter' en su casa ibicenca. Las piezas de aquí y de allá se mezclan con el diseño y objetos rescatados en mercadillos.
Dicen que los niños nacen con un pan debajo del brazo. Sin embargo, Manuela, la hija de Roberta y Jaime, vino al mundo con una fabulosa casa con vistas al mar. Y es que fue su inminente nacimiento lo que les motivó a abandonar el apartamento en el que vivían y buscar una vivienda más acorde con sus nuevas necesidades. Así fue como encontraron esta joya de 150 m2, ubicada en una preciosa urbanización ibicenca. “Nos encantaba la zona, pero lo que nos hizo decidirnos fue ver las posibilidades que ofrecía”, comenta Roberta.
¿Qué cambios realizasteis?
Conservamos la estructura original, pero demolimos la planta de abajo para variar la distribución: transformamos tres habitaciones en dos (la nuestra y la de la niña) y las aislamos con unos paneles de madera que se abren a una galería con vistas al jardín; construimos dos baños y un gran vestidor. Y en la planta de arriba, unimos la cocina al salón.
¿Cómo os planteasteis la decoración?
Primero definimos el suelo –un pavimento hidráulico– y la cocina. Después, elegimos un mobiliario cómodo, alegre, fácil, limpio y muy luminoso.
¿La habéis ido dando forma poco a poco?
Sí, compramos lo básico al principio y luego hemos ido adquiriendo diferentes detallitos en mercadillos o viajes (es el caso de las alfombras). Eso es lo que hace que la casa tenga un saborcito más vivido.
¿Primáis la comodidad frente a la estética?
Para mí es la prioridad número 1: que todo sea práctico, porque hacemos mucha vida familiar en ella, y luego que me guste, claro.
¿Siempre es más fácil decorar la casa propia que las ajenas?
A mí me encantó decorar la mía, porque cuando trabajas para otros estás más condicionado. Yo experimenté bastante y puse lo
que de verdad me apetecía: las sillas azules, una mesa amarilla... Iba testando productos que luego he utilizado en otras casas, porque mis clientes los han visto y me los han pedido.
¿Hay alguna pieza a la que le tengáis especial cariño?
Unos pufs de cerámica que compramos en una subasta hace diez años. Fueron el único objeto que nos acompañó en la mudanza.
Los materiales naturales están muy presentes...
Sí, yo tengo la costumbre de coger ramas y palos desde niña. Cuando viajamos
a Ecuador, México, Perú… también me los traigo para decorar. Me ayudan a dar calidez y a mantener el vínculo con el mar.
¿Y el pez espada que hay en la zona de relax?
Es una referencia
a mi familia de Ecuador (allí es muy típica su pesca).
¿Cuál es el centro neurálgico de la casa?
Sin duda, la cocina. Es donde nos juntamos todos, donde hacemos las comidas...
¿Y en verano el exterior?
Sí, comemos fuera, nos bañamos en la piscina, descansamos... De hecho, es la zona favorita de Jaime.
¿Y la tuya?
El rincón del pez: ahí me tumbo a leer y a relajarme.
Tándem perfecto
¿Qué tienen en común esta ecuatoriana y este
español? La pasión por la decoración (terreno de ella) y la arquitectura (parcela de él). Desde Box 3 Interiores, su estudio de interiorismo y showroom, esta pareja de trotamundos deja patente su multiculturalidad. Ella, Roberta Jurado, aporta la creatividad y el desparpajo en el manejo del color. Él, Jaime Romano, la exquisita atención a los detalles técnicos. ¡Una fusión realmente cautivadora!


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