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Las claves de la dieta paleolítica

Así es el régimen de moda.
By Amor Sáez
Dieta paleopinterest

Fruto de más de 20 años de investigación sobre genética, alimentación y antropología del Paleolítico, Loren Cordain propone volver a la alimentación de nuestros antepasados cazadores-recolectores. Te contamos cómo.

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¿Qué es?

<p>Hay indicios que demuestran el predominio de la carne magra en las dietas humanas desde nuestros orígenes, 2,5 millones de años atrás, hasta los comienzos de la agricultura hace 10.000 años. Precisamente, la agricultura tiene una cara amable –permitió el desarrollo de la civilización- y una más negativa, ya que es en parte responsable de la obesidad y las enfermedades crónicas actuales, según Loren Cordain, autoridad mundial en dietética y nutrición y autor de La Dieta Paleolítica. Los alimentos que nos ha proporcionado la agricultura –cereales, productos lácteos, carnes grasas, alimentos salados, azúcares y aceites refinados-, han resultado desastrosos para nuestros cuerpos paleolíticos, según el experto. La solución pasa por “restablecer la dieta para la que estamos programados genéticamente”. Es decir, comer lo que comían todos los habitantes del planeta hasta hace sólo 500 generaciones. </p>

Hay indicios que demuestran el predominio de la carne magra en las dietas humanas desde nuestros orígenes, 2,5 millones de años atrás, hasta los comienzos de la agricultura hace 10.000 años. Precisamente, la agricultura tiene una cara amable –permitió el desarrollo de la civilización- y una más negativa, ya que es en parte responsable de la obesidad y las enfermedades crónicas actuales, según Loren Cordain, autoridad mundial en dietética y nutrición y autor de La Dieta Paleolítica. Los alimentos que nos ha proporcionado la agricultura –cereales, productos lácteos, carnes grasas, alimentos salados, azúcares y aceites refinados-, han resultado desastrosos para nuestros cuerpos paleolíticos, según el experto. La solución pasa por “restablecer la dieta para la que estamos programados genéticamente”. Es decir, comer lo que comían todos los habitantes del planeta hasta hace sólo 500 generaciones.

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Las claves

<p>&nbsp;Se trata de hacer una dieta de 2.200 calorías, la mitad procedentes de alimentos de origen animal y la otra mitad de alimentos de origen vegetal. Exactamente, se consumen un 33% de proteínas, un 25% de carbohidratos y un 42% de grasas –monoinsaturadas y polinsaturadas-. Las proteínas tienen que ser magras, procedentes del consumo de carnes magras de vacuno, cerdo, aves, huevos, conejo, cabrito, carnes de caza, pescados y mariscos. Los hidratos de carbono tienen que ser de bajo IG (índice glúcemico) –no provocan subidas de insulina, que a la larga se traducen en grasa acumulada-, procedentes de frutas y verduras. Y las grasas provienen de frutos secos y semillas, y aceites sanos –de oliva, aguacate y semilla de lino-. Hay que tomar cantidades iguales de grasas Omega 3 y Omega 6 –se consigue consumiendo, sobre todo, salmón, caballa, arenque, fletán, aceite de semillas de lino, hígado, carne de caza, pollos de corral, huevos enriquecidos con Omega 3, nueces, verduras de hoja verde y cápsulas de aceite de pescado-.También hay que consumir alimentos de elevado contenido en potasio y bajo contenido en sodio –sal-. Se debe beber con moderación bebidas gaseosas, café, té y vino. Y hay que evitar el consumo de productos lácteos, cereales, legumbres, verduras feculentas, alimentos que contienen sal, carnes grasas, bebidas azucaradas, dulces, los azúcares refinados y los alimentos procesados. </p>

 Se trata de hacer una dieta de 2.200 calorías, la mitad procedentes de alimentos de origen animal y la otra mitad de alimentos de origen vegetal. Exactamente, se consumen un 33% de proteínas, un 25% de carbohidratos y un 42% de grasas –monoinsaturadas y polinsaturadas-. Las proteínas tienen que ser magras, procedentes del consumo de carnes magras de vacuno, cerdo, aves, huevos, conejo, cabrito, carnes de caza, pescados y mariscos. Los hidratos de carbono tienen que ser de bajo IG (índice glúcemico) –no provocan subidas de insulina, que a la larga se traducen en grasa acumulada-, procedentes de frutas y verduras. Y las grasas provienen de frutos secos y semillas, y aceites sanos –de oliva, aguacate y semilla de lino-. Hay que tomar cantidades iguales de grasas Omega 3 y Omega 6 –se consigue consumiendo, sobre todo, salmón, caballa, arenque, fletán, aceite de semillas de lino, hígado, carne de caza, pollos de corral, huevos enriquecidos con Omega 3, nueces, verduras de hoja verde y cápsulas de aceite de pescado-.También hay que consumir alimentos de elevado contenido en potasio y bajo contenido en sodio –sal-. Se debe beber con moderación bebidas gaseosas, café, té y vino. Y hay que evitar el consumo de productos lácteos, cereales, legumbres, verduras feculentas, alimentos que contienen sal, carnes grasas, bebidas azucaradas, dulces, los azúcares refinados y los alimentos procesados.

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Paleoejercicio

<p>La actividad física es tan importante como la alimentación. Nuestros antepasados paleolóticos trabajaban arduamente porque, si no, no comían. No se trata de matarse, sino de hacer una actividad o tarea que requiera esfuerzo físico, en el trabajo, en casa, durante un viaje o en tu tiempo de ocio: caminar 10 minutos de casa al coche, 30 minutos hasta la oficina, subir y bajar las escaleras en lugar de coger el ascensor, trabajar en el jardín, jugar con tus hijos…</p>

La actividad física es tan importante como la alimentación. Nuestros antepasados paleolóticos trabajaban arduamente porque, si no, no comían. No se trata de matarse, sino de hacer una actividad o tarea que requiera esfuerzo físico, en el trabajo, en casa, durante un viaje o en tu tiempo de ocio: caminar 10 minutos de casa al coche, 30 minutos hasta la oficina, subir y bajar las escaleras en lugar de coger el ascensor, trabajar en el jardín, jugar con tus hijos…

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Resultados

<p>La dieta paleolítica es rica en vitaminas antioxidantes –A, C y E-, en minerales –selenio- y en sustancias fitoquímicas como el betacaroteno, que va bien para prevenir el desarrollo de enfermedades cardiacas y cánceres, según su defensor. Disminuye tu apetito y aumenta la eficiencia de tu metabolismo. Bajarás de peso sin sufrir punzadas de hambre. Y&nbsp; también disminuirán tus niveles de colesterol malo y triglicéridos en sangre, y aumentarán los de colesterol bueno. Además, favorece el funcionamiento normal de los intestinos y previene el estreñimiento.&nbsp; </p>

La dieta paleolítica es rica en vitaminas antioxidantes –A, C y E-, en minerales –selenio- y en sustancias fitoquímicas como el betacaroteno, que va bien para prevenir el desarrollo de enfermedades cardiacas y cánceres, según su defensor. Disminuye tu apetito y aumenta la eficiencia de tu metabolismo. Bajarás de peso sin sufrir punzadas de hambre. Y  también disminuirán tus niveles de colesterol malo y triglicéridos en sangre, y aumentarán los de colesterol bueno. Además, favorece el funcionamiento normal de los intestinos y previene el estreñimiento. 

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Más información

<p>La encontrarás en los libros 'La Dieta Paleolítica', Edt. Urano (16 €) y 'Las recetas de la dieta paleolítica', Edt. Urano (18 €). Web: <a href="http://www.edicionesurano.com/es-es/inicio.html" target="_blank">www.edicionesurano.com</a>. </p>

La encontrarás en los libros 'La Dieta Paleolítica', Edt. Urano (16 €) y 'Las recetas de la dieta paleolítica', Edt. Urano (18 €). Web: www.edicionesurano.com.

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