Dice la RAE que el hastío es:

Disgusto, fastidio. Cansancio, aburrimiento, tedio, fatiga, desgana, desinterés, apatía, boludez, indolencia, indiferencia.

Las tendencias.

La moda es una rueda, una rueda que gira y gira y nunca deja de girar. Y en cada giro escupe información en forma de tendencias. ¿Tiene sentido? Depende para quién y para qué. El mundo necesita nutrirse de arte y de creatividad. Si solo nos alimentamos de lo antiguo, el universo no se regenera, no se oxigena. Necesitamos que la rueda arroje novedades para nutrirnos de ellas y crecer y explorar diferentes áreas de nuestra identidad que podíamos no conocer aún. Esa es la parte buena o mejor dicho útil, de las tendencias. Nos arrojan posibilidades que no nos habíamos planteado y que pueden ayudarnos a crecer en nuestra forma de definirnos pero que también nos ayudan a plantearnos recovecos de nuestra personalidad que no conseguíamos contar al mundo porque no existían, o no se habían creado las prendas adecuadas para ello.

¿La parte mala? El hastío que genera el nunca llegar a todo. No estar al día, no tener tiempo para analizar todas las novedades y poder decidir de esas novedades, si hay alguna que nos haga crecer, que nos haga mejorar y reinventar nuestra forma de expresarnos. Solo nos llegan en forma de píldoras interpretadas o mejor dicho malinterpretadas por mujeres que nada tienen que ver con nosotras. Eso hace que o desechemos tendencias que podrían ser para nosotras por el simple hecho de no vernos reflejadas en la interpretación de esa persona, o, por el contrario, que en vez de intentar interpretar una tendencia que nos ha llamado la atención, y que toma su tiempo abrazar como nuestra, intentemos copiar el modus operandi de esas mismas personas influyentes con cuerpos y circunstancias opuestas a las nuestras. Es muy probable que fallemos y que en vez de pensar que el problema ha sido intentar copiar en vez de interpretar, le echemos la culpa a nuestro cuerpo o a la tendencia y abandonemos antes de comprobar si hubiese sido una seña de identidad buena para nosotras.

Así que terminamos hastiadas de tanta información, tan seguida y en tanta cantidad. Si además no estoy acostumbrada a procesar esa información con herramientas que me ayuden a entenderla de verdad, ni siquiera entenderemos la tendencia, y pasará de largo sin pena ni gloria engrosando el saco de hastío.

¿Mi consejo para sacar información útil para ti de una temporada llena de tendencias?

Elegir un palo, como cuando juegas a las cartas. Cada temporada está llena de novedades en tejidos, texturas, patrones, color y forma de combinar las prendas. Tú sabes mejor que nadie qué es lo que en los últimos tiempos te chirría.

Por ejemplo, yo recibo muchos mensajes de mujeres que quieren utilizar más colores, pero no saben cómo. Fíjate en el color de la temporada, observa cómo se ha combinado en pasarela, insisto pasarela y no redes, piensa si el color te encajaría más en prendas para el tronco superior o para el tronco inferior y por último imagina posibles combinaciones con prendas que ya tengas en tu armario.

A lo mejor otra temporada es el plisado lo que llama tu atención. La pasarela y como combinan las prendas plisadas los diseñadores, qué tipo de prendas quedan mejor plisadas, es algo en lo que te puedes fijar mejor si es tendencia. Y por supuesto también tendrás acceso a más variedad de prendas plisadas donde elegir.

Así sí puedes crecer, pero nunca copies por ejemplo looks que ves en las redes porque te parece que una chica va “mona”. No sabes lo que estás copiando y nunca terminará en conocimiento para ti.

Huye del hastío, observando, analizando y aprendiendo, pero siempre deberás ser tu propia conejilla de indias.